viernes, abril 19, 2024
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Córneas de colágeno, alternativa al uso de córneas humanas donadas#SDQPeriodicodominicano TV

Se calcula que alrededor de 12,7 millones de personas en todo el mundo están ciegas debido a que su córnea, que es la capa transparente más externa del ojo, están dañadas o enfermas, según datos de la Universidad de Linköping, LiU, en Linköping, al sur de Suecia.

La única forma de recuperar la visión que tienen estas personas es recibir una córnea trasplantada de un donante humano. Pero solo uno de cada 70 pacientes recibe este tipo de trasplantes y además, la mayoría de quienes los necesitan, viven en países de ingresos bajos y medios en los que el acceso a los tratamientos es muy limitado, de acuerdo a la LiU.

Una córnea desarrollada por científicos de esta universidad sueca y la compañía LinkoCare, también con sede en Linköping, promete cambiar radicalmente esta situación.

Podrá devolver la vista a las personas que la han perdido de manera total (ceguera) o parcial (disminución del campo o de la agudeza visual o de la capacidad de ver de cerca y de lejos) debido a que su córnea está enferma o lesionada.

Esta córnea experimental, que se implanta en el ojo humano, está hecha de colágeno (proteína fibrosa del tejido de los cartílagos, la piel y de los huesos, flexible pero muy resistente) derivado de la piel del cerdo.

Ha sido desarrollada mediante bioingeniería, disciplina que aplica los métodos y herramientas de la ingeniería en aspectos vinculados a los seres vivos.

En un estudio piloto, este tejido transparente que se asemeja al humano, fue implantado a 20 personas con sus córneas enfermas, la mayoría de las cuales estaban ciegas antes del implante, y que después de recibirlo pudieron recuperar su visión.

Los resultados de este estudio dan esperanza a quienes padecen ceguera corneal y baja visión al darles un implante de bioingeniería como alternativa al trasplante de córneas humanas donadas, que escasean en los países donde más se necesitan, explica Neil Lagali, profesor de Ciencias Biomédicas y Clínicas de LiU, uno de los investigadores detrás del trabajo.

“Este estudio muestra que es posible desarrollar un biomaterial (material tolerado por el organismo) que cumple con todos los criterios para ser utilizado en implantes humanos, puede producirse en masa, almacenarse y llega a más personas con problemas de visión”, destaca.

“Esto nos ayuda a sortear el problema de la escasez de tejido corneal proveniente de donantes humanos”, añade Lagali.

“Realizamos importantes esfuerzos para garantizar que nuestro invento esté ampliamente disponible y sea asequible para todos los países, no solo los ricos. Esta tecnología se puede utilizar en todas partes del mundo”, explica Mehrdad Rafat, profesor asociado de Ingeniería Biomédica en la LiU y director ejecutivo de LinkoCare.

La córnea desarrollada en Linköping se compone principalmente de colágeno. Los investigadores utilizaron moléculas de esta proteína, derivadas de piel de cerdo altamente purificadas y producidas en condiciones estrictas de seguridad y eficacia para uso en humanos.

Durante el proceso de construcción del implante, estabilizaron las moléculas sueltas de colágeno formando un material robusto y transparente que puede soportar la manipulación e implantarse en el ojo humano, según la LiU.

Mientras que las córneas provenientes de donaciones de tejidos humanos deben usarse dentro de las dos semanas después de ser extraídas de un donante fallecido, las córneas obtenidas mediante bioingeniería se pueden almacenar hasta dos años antes de ser utilizadas, según los investigadores.

Los expertos también han desarrollado un nuevo método para tratar el queratocono, una dolencia degenerativa por la que la córnea se vuelve cada vez más fina, deformándose, adoptando una forma cónica y distorsionando paulatinamente la visión y que en sus fases más avanzadas puede requerir un trasplante corneal, como última opción de tratamiento.

Si no se corrige, el queratocono puede provocar ceguera, según la LiU.

El procedimiento creado por Lagali y Rafat es “mínimamente invasivo”, es decir que se efectúa practicando incisiones (cortes) pequeñas en el cuerpo.

Hoy en día, para tratar a un paciente con queratocono en etapa avanzada, se le extrae quirúrgicamente la córnea y se la reemplaza por una córnea donada. Esta cirugía, requiere suturas quirúrgicas y se realiza en grandes hospitales.

El método creado por Lagali y Rafat “no requiere extirpar el propio tejido del paciente y se podría utilizar en más hospitales, ayudando así a más personas”, según explican.

Con este nuevo método, el cirujano hace una pequeña incisión, a través de la cual inserta el implante de colágeno en la córnea existente, sin que hagan falta aplicar puntos de sutura tras la intervención, de acuerdo a Lagali, quien lideró el grupo de investigación que desarrolló este método quirúrgico.

“La incisión en la córnea se puede realizar con gran precisión mediante un láser avanzado, pero en caso de ser necesario, también se puede efectuar a mano, con instrumentos quirúrgicos sencillos. El método se probó por primera vez en cerdos, resultando ser más simple y potencialmente más seguro que un trasplante de córnea convencional”, según este investigador.

Las córneas de biomaterial fueron implantadas mediante este procedimiento en 20 personas ciegas o a punto de perder la vista debido a un queratocono avanzado, en Irán e India, dos países donde muchas personas sufren ceguera corneal y baja visión, pero donde hay una falta significativa de córneas donadas y opciones de tratamiento, según la LiU.

Las operaciones efectuadas dentro de este estudio piloto, estuvieron libres de complicaciones, el tejido sanó rápido y solo requirieron aplicar a los pacientes durante ocho semanas un colirio que evita que el cuerpo rechace el implante, a diferencia de los trasplantes de córnea convencionales, tras los cuales se deben tomar medicamentos durante varios años.

Los pacientes intervenidos fueron seguidos durante dos años y no se observaron complicaciones durante ese tiempo.

Después del implante, el grosor y la curvatura de la córnea de las personas intervenidas volvieron a la normalidad, y la vista de los participantes en el estudio mejoró tanto como lo habría hecho después de un trasplante de córnea con tejido donado.

Antes de la operación, 14 de los 20 participantes estaban ciegos. Después de dos años, ninguno de ellos lo estaba. Tres de los participantes que estaban ciegos antes del implante consiguieron una visión perfecta después de la operación.

El próximo paso de los investigadores será efectuar un ensayo clínico más amplio de este implante en Europa y Estados Unidos, tras lo cual, y si estas pruebas dan resultados positivos, se solicitará a las autoridades reguladoras la aprobación para comercializarlo en el mercado y comenzar a utilizarlo en el cuidado de la salud, lo que requerirá de 3 a 4 años, según adelanta Lagali a EFE.

(Texto: Omar Goncebat)

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